septiembre 17, 2025
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Después de un resultado extremo, lo más probable es que lo siguiente se acerque a la normalidad.

(Escrito desde mi lectura y análisis de autores como Daniel Kahneman; no soy psicólogo, pero me apasiona entender cómo pensamos y cómo eso afecta nuestros negocios.)

📌 Qué es la regresión a la media

La regresión a la media es un sesgo estadístico que explica por qué, después de un resultado extremo (muy bueno o muy malo), lo que viene después tiende a acercarse al promedio… incluso si no hicimos nada para que eso pase.

En otras palabras: si hoy te va demasiado bien o demasiado mal, lo más probable es que en la siguiente ocasión el resultado sea más “normal”. No porque hayas cambiado tu forma de trabajar, sino porque hay factores aleatorios que no se repiten igual siempre.


💼 Por qué importa para emprendedores y gerentes

Este sesgo nos hace atribuir causas equivocadas.

  • Si un mes las ventas se disparan, creemos que fue por una campaña o estrategia, cuando quizás también influyó un golpe de suerte (feriado, clima, un cliente grande que compró de golpe).
  • Si un colaborador comete un error grave y luego mejora, pensamos que “el regaño funcionó”, cuando en realidad era muy probable que su rendimiento volviera solo a su nivel normal.
  • Si un producto tuvo un pico de críticas y luego bajaron, asumimos que nuestras acciones de respuesta fueron la causa, pero tal vez era solo que el momento extremo pasó.

En empresas, esta ilusión puede llevar a sobrevalorar o subestimar acciones y a tomar decisiones equivocadas.


🔍 Cómo detectar este sesgo

  1. Identifica variabilidad: si el resultado que mides (ventas, productividad, satisfacción del cliente) varía mucho de un periodo a otro, hay terreno para que ocurra la regresión a la media.
  2. Busca resultados extremos: detecta cuándo algo sale muy por encima o por debajo de lo habitual.
  3. Observa la tendencia siguiente: si la mayoría de las veces, después de un resultado extremo, los datos regresan cerca del promedio, es señal clara.
  4. Descarta cambios reales: pregúntate si hubo acciones o condiciones diferentes que expliquen el cambio. Si no las hay, lo más probable es que el ajuste sea natural.

🛡 Cómo no caer en la trampa

  • Mide a largo plazo: no bases decisiones en un solo dato o evento extremo; espera varios ciclos para confirmar una tendencia.
  • Analiza promedios, no casos aislados: un buen mes o un mal mes no dicen tanto como la evolución de seis o doce meses.
  • Cuestiona tus conclusiones rápidas: antes de asumir que una acción fue la causa del cambio, pregúntate si podría ser simplemente un ajuste natural.
  • Evita castigos o premios basados en un único resultado: podrías estar reforzando o castigando por algo que no se repetirá igual.

🚀 Reflexión final

Como emprendedores y gerentes, queremos creer que nuestro trabajo tiene un impacto directo en cada cambio que vemos. Y sí, muchas veces lo tiene. Pero la regresión a la media nos recuerda que el azar también juega su papel.

Reconocer este sesgo no es ser pesimista, es ser más preciso y evitar decisiones que después nos pasen factura. Como dice Kahneman, “nuestra mente busca historias coherentes, pero la realidad muchas veces es más aleatoria de lo que creemos”.

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