septiembre 17, 2025
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Aunque es buena adivinando, es mejor cuando le das coordenadas claras.

Cada vez que usamos inteligencia artificial para que nos ayude con algo —ya sea escribir un texto, diseñar una campaña, hacer un resumen o darnos una opinión— estamos teniendo una conversación. Y como en toda conversación, hay algo que lo cambia todo: el rol que le damos a quien está del otro lado.

Imagina que le pides una recomendación de ropa a alguien. ¿Es tu amigo? ¿Es un estilista profesional? ¿O es el dueño de la tienda que quiere venderte algo? Dependiendo del rol que tenga esa persona, su respuesta cambiará completamente. Con la inteligencia artificial pasa exactamente lo mismo.

Cuando le dices a la IA:

“Actúa como un abogado experto en bienes raíces”
o
“Imagina que eres un diseñador gráfico profesional trabajando para una marca infantil”

…estás dándole una identidad temporal, un marco, un lente a través del cual va a procesar tu pedido. Eso no es decoración ni relleno: es la clave para que las respuestas sean más útiles, coherentes y adaptadas a lo que realmente necesitas.

¿Por qué funciona esto?

Porque los modelos de IA no “piensan” como nosotros. Ellos trabajan con patrones, lenguaje y contexto. Cuando tú defines un rol, le estás dando contexto adelantado, una especie de GPS que le dice hacia dónde ir con su respuesta. Sin eso, la IA trata de adivinar qué esperas. Y aunque es buena adivinando, es mejor cuando le das coordenadas claras.

Pedirle algo a la IA sin darle un rol es como pedirle a un actor que improvise una escena sin decirle de qué trata la historia ni qué personaje es. Puede hacerlo, pero el resultado no será tan potente como si le das el guion y el personaje.

Ejemplo simple

Supón que estás creando una publicación para redes sociales y le dices a la IA:

  • Sin rol: “Hazme una publicación sobre reciclaje”.

La respuesta será genérica,

Pero si le das un rol:

  • Con rol: “Actúa como un community manager creativo de una marca de productos ecológicos, y haz una publicación para Instagram dirigida a jóvenes entre 18 y 25 años sobre reciclaje.”

Ahora la respuesta será concreta, con tono adecuado, estructura visual pensada para redes y mensaje ajustado a tu público.

¿Qué tipo de roles puedes usar?

  • Especialistas: “Actúa como un nutricionista deportivo…”
  • Creativos: “Eres un guionista de series juveniles…”
  • Técnicos: “Eres un analista de datos con enfoque en turismo…”
  • Públicos específicos: “Habla como si fueras un profesor explicándole a un niño de 10 años…”

Lo importante no es que la IA “se crea el cuento”, sino que tú le das el marco de referencia para que entienda mejor lo que esperas.


En resumen:

Darle un rol a la IA no es jugar a disfrazarla, es ayudarla a ser más precisa.
Y en un mundo donde queremos resultados útiles, rápidos y adaptados, eso marca toda la diferencia.

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